Anestesiología y Reanimación

Profesionales

El servicio está compuesto por los siguientes profesionales

Luis M Torres, Jefe del Servicio. luism.torres.sspa@juntadeandalucia.es
Antonio Pernia, Jefe de Sección. Coordinador General.
Javier Morales, Jefe de Sección. Responsable Docente.
Eduardo Concha, responsable de estudios preoperatorios.
Rafael García Hernández y Reyes Gámiz Sánchez responsables de Reanimación y Cuidados Críticos Postquirúrgicos.
José Manuel Trinidad, responsable de Unidad del Dolor.
María Carmen Aragón, Ana Cristina Pérez Guerrero y María Vidal, coordinadoras de la Unidad del Dolor Agudo.
Dolores León y Manuel Mato, responsables de vía aérea difícil.
Carlos Márquez, responsable de Formación.
Unidad de Cirugía Ambulatoria en el Hospital de San Carlos, responsables Ricardo Noval y Maribel Guerrero.

Facultativo Especialista del Área: F.E.A.s: (a fecha 5 de mayo 2018)

Francisco Arroyo Fernández.
Francisco Aragón Ponce.
Diego Benítez Pareja.
Estefanía Cabezuelo Galache.
Enrique Calderón Seoane.
Ana I. Carnota Martín.
Francisco Collado Collado.
Ramón Eizaga Rebollar.
Carmen Fernández Mangas.
José Ramón Ferri Ferri.
Rosario Fuentes Rodríguez.
Reyes Gámiz Sánchez.
Laura González Cruzado.
Ángela Gonzálvez Galinier.
M.ª Isabel Guerrero Cherino.
Manuel López-Escobar Beares.
Javier Martínez Vázquez de Castro.
Encarnación Meléndez Leal.
Miguel A. Moguel González.
Rafael Mora Martín.
Manuel M.ª Muñoz Alcántara.
Yolanda Pastor Ferrer.
Francisco Pérez-Bustamante Mourier.
Antonio Pérez Pérez.
Aua Piña Gómez.
Rocío Porres Foulquié.
Iván Ramírez Ogalla.
Javier Ruiz Rondan.
Vanesa Saez Bernal.
Ricardo Trinidad Martín-Arroyo.
Manuel M. Valero Cabeza de Vaca.
Alberto Velazquez Mora.

EIRs (a fecha 5 de mayo 2018)

Carmen Mª Fernández Riobó.- R4.
Mª Isabel Espigares López .- R4.
Cristina Delgado Naveiro- R3.
Mª Montañas González Pérez – R3.
Francisco Miralles Aguiar – R3.
María Borrego Costillo – R2.
Irene Delgado Olmos – R1.
Elena Borreiros Rodríguez – R1.

Supervisora de enfermería: Carmen Torres.
Supervisora Unidad del Dolor: Mª Dolores Sánchez Morate.

Cartera de Servicios

  • Todo tipo de anestesia general y regional.
  • Todo tipo de sedaciones.
  • Manejo de vía aérea difícil.
  • Reanimación postquirúrgica guiada por objetivos y soporte multiorgánico de todo tipo para el paciente en estado crítico en la Unidad de Reanimación Postquirúrgica (URP). Vigilancia postquirúrgica de pacientes no críticos en las zonas de despertares, y vigilancia postanestésica de los pacientes del Hospital de Día Postquirúrgico.
  • Técnicas de monitorización hemodinámica avanzada invasiva, mínimamente invasiva y no invasiva adaptable a cada paciente.
  • Técnicas de soporte ventilatorio con ventilación mecánica invasiva de última generación, ventilación mecánica no invasiva y gafas de oxígeno de alto flujo.
  • Técnicas de soporte hemodinámico guiado por objetivos mediante monitorización multimodal que incluye la ecografía pulmonar y la ecografía cardíaca orientada al paciente en estado crítico.
  • Técnicas de soporte nutricional y metabólico mediante nutriciones artificiales parenterales (intravenosas) y enterales.
  • Técnicas de soporte renal y de control de la respuesta inflamatoria disregulada mediante la aplicación de técnica de depuración de la sangre con la hemofiltración venosa continua de última generación y protocolos avanzados (CONVEHY, hiperfiltración venosa continua). Protocolo premiado por la Asociación Andaluza Extremeña de Anestesiología y Reanimación.
  • Técnicas de tratamiento antibiótico dirigido mediante la aplicación de las recomendaciones más actuales en colaboración con el PROA (Programas de Optimización de Uso de los Antibióticos) que mejora los resultados y disminuye la aparición gérmenes resistentes a los antibióticos.
  • Técnicas y cuidados de enfermería avanzados que abarca todos los aspectos asistencias físicos, psicológicos y tecnológicos en cada grado de soporte descrito.
  • Ecografía cardiaca.
  • Ecografía pulmonar.
  • Ecografía en pacientes con dolor.
  • Bloqueos diagnósticos y de tratamiento.
  • Infiltraciones regenerativas.
  • Técnicas de radiofrecuencia.
  • Técnicas sobre el disco intervertebral.
  • Técnicas de neuromodulación.
  • Técnicas de infusión espinal.
  • Técnicas neurolíticas.

Datos de contacto

  • Secretaria del Servicio, Ana Ariza tel. 956002897 fax 956002984.
  • Secretaria de la Unidad del Dolor, Antonia García y Mª Dolores Alcántara telf. 956003052 y 956002362.
  • Secretaria UCA. María José Muñoz telf. 956003127 mail: mjml2012@gmail.com

Preguntas frecuentes

¿Qué es la anestesia?

Si va a someterse a una cirugía, o a cualquier procedimiento que pueda generarle dolor o malestar un anestesiólogo será el profesional que lo acompañe a lo largo de todo su proceso, desde la valoración preoperatoria hasta los cuidados postoperatorios más o menos intensivos.

Los anestésicos evitan que sienta dolor, pero además nuestra función es proteger todas sus funciones vitales durante las intervenciones y la recuperación de las mismas.El anestesiólogo le aplicará medicamentos anestésicos. Los anestésicos evitan que sienta dolor.

Existen tres tipos principales:

  • Local: Anestesia una pequeña área del cuerpo. Usted permanece despierto y alerta.
  • Regional: Bloquea el dolor en un área del cuerpo, como un brazo o pierna. Un tipo común es la anestesia epidural, que se usa en
  • General: Se pierde la consciencia. Usted no siente ningún dolor, y después no recuerda la intervención quirúrgica.

Usted también puede recibir sedantes para que se relaje. Usted permanecerá despierto o semi despierto pero puede no recordar el procedimiento. La sedación se usa para exploraciones como la colonoscopia y otras.

El tipo de anestesia que el anestesiólogo decida utilizar dependerá de muchos factores. Estos incluyen el tipo de intervención quirúrgica y el estado de salud del paciente.

Básicamente, la anestesia es el uso de medicamentos para evitar el dolor o la sensación durante una intervención quirúrgica u otros procedimientos que podrían ser dolorosos (como un parto o una colonoscopia. Los diferentes tipos de anestesia, ya sea que se administren como inyección o mediante la inhalación de gases o vapores, afectan el sistema nervioso de varias formas al bloquear los impulsos nerviosos y, por lo tanto, el dolor.

En nuestro hospital estamos muy capacitados y usamos una amplia variedad de medicamentos modernos y seguros, y tecnología de monitorización sumamente calificada. Todos nuestros anestesiólogos son especialistas en administrar y controlar los anestésicos. También contamos con anestesistas pediátricos con capacitación especializada adicional para brindar atención a niños.

Además de administrar medicamentos para la anestesia como parte de los preparativos para la intervención quirúrgica, el anestesista: supervisa las principales funciones corporales (como la respiración, la frecuencia y el ritmo cardíacos, la temperatura corporal, la presión arterial y los niveles de oxígeno en la sangre) durante la operación. Tratará cualquier problema que pueda surgir durante la cirugía y controlará cualquier dolor pueda tener después de la intervención quirúrgica.

Un enfermero especialmente capacitado, un médico residente o un estudiante de Medicina, que trabajan con el anestesista y el cirujano, también pueden ayudar a administrarle la anestesia (aunque el anestesista será el que controle la anestesia y tome todas las decisiones importantes relacionadas con la anestesia durante la operación).

Tipos de anestesia

  • Anestesia general. El objetivo es dejar a la persona completamente inconsciente (o “dormida”) y mantenerla en este estado durante la cirugía, sin sensaciones, sentimientos de dolor, consciencia, movimiento o memoria de la cirugía. La anestesia general se puede administrar a través de una vía intravenosa (que requiere la inserción de una aguja en una vena, generalmente del brazo) o mediante la inhalación de gases o vapores.
  • Anestesia regional. El medicamento anestésico se inyecta cerca de un nervio, y adormece una extensa área del cuerpo (como desde la cintura hacia abajo). Un niño que recibe anestesia regional, en general, se encuentra dormido antes de que se realice el procedimiento. Sin embargo, los niños mayores o aquellos que correrían un riesgo anestésico no aceptable pueden estar despiertos o sedados durante el procedimiento.
  • Anestesia local. Un medicamento anestésico local adormece solo una pequeña parte del cuerpo (por ejemplo, una mano o un área de la piel). Según el tamaño del área, la anestesia local se puede administrar como inyección, aerosol o ungüento. Con la anestesia local, la persona puede estar despierta, sedada o dormida. La anestesia local suele usarse para intervenciones quirúrgicas menores y procedimientos en pacientes ambulatorios.

Además, los anestesistas pueden administrar un sedante a los niños, a fin de ayudarlos a que estén somnolientos o se relajen antes de darles anestesia general, regional o local. ¿Por qué? Puesto que muchos niños le temen a las agujas y tal vez les resulte difícil quedarse quietos y en calma, es posible que los médicos tengan que ayudarlos a que se relajen primero. De ese modo, los niños solo deben inhalar dentro de una máscara para quedarse dormidos. Este abordaje ayuda a aliviar en parte la ansiedad que provocan las agujas y el procedimiento quirúrgico en general.

El tipo y la cantidad de anestesia se adaptarán específicamente a las necesidades del paciente, y dependerán de varios factores, entre ellos, la edad y el peso , el tipo y el área de la intervención quirúrgica, cualquier alergia que pueda tener y el cuadro clínico y del procedimiento. Usted y el anestesista pueden decidir qué es lo mejor para su intervención o la de su hijo.

Efectos secundarios comunes

Cuando se despierte de la operación, muy probablemente se sentirá desorientado, aturdido y un poco confundido. Algunos otros efectos secundarios comunes que deben desaparecer con bastante rapidez son los siguientes: náuseas o vómitos, que se pueden aliviar generalmente con un medicamento para las náuseas, escalofríos o temblores, dolor de garganta (si se usó un tubo para ayudar con la respiración).

¿Cuáles son los riesgos?

Hoy en día, la anestesia es muy segura. En muy pocos casos, la anestesia puede causar complicaciones (como ritmos cardíacos extraños, problemas respiratorios, reacciones alérgicas a los medicamentos e incluso la muerte). Los riesgos dependen del tipo de procedimiento, el estado del paciente y el tipo de anestesia usado. Hable con el anestesista de la consulta preoperatoria o en el mismo quirófano sobre las inquietudes que tenga.

La mayoría de las complicaciones, en general, se pueden prevenir simplemente al proporcionarle al anestesista, antes de la cirugía, información completa sobre: la salud actual o pasada (incluidas enfermedades o afecciones, como resfriados recientes o actuales, u otros problemas, como ronquidos o depresión), cualquier medicamento (con receta o de venta libre), suplemento o remedio a base de hierbas que esté tomando, todo tipo de alergia (especialmente a alimentos, medicamentos o látex) que pueda tener, si fuma, bebe alcohol o consume alguna droga recreativa, cualquier reacción previa que usted o un miembro de la familia hayan tenido a la anestesia.

Para garantizar la seguridad durante la intervención quirúrgica, es extremadamente importante responder todas las preguntas del anestesista de la forma más sincera y minuciosa posible. Lo que puede parecer inofensivo podría incidir en la forma en que su hijo reacciona a la anestesia. También es importante que siga las recomendaciones del médico sobre qué no hacer antes de la intervención quirúrgica. Probablemente, no podrá comer ni beber (generalmente nada después de la medianoche del día anterior) y es posible que deba interrumpir la administración de los suplementos u otros medicamentos durante un período de tiempo determinado antes de la intervención quirúrgica.

La idea de someterse a una operación y recibir anestesia puede generar miedo. Sin embargo, puede estar tranquilo de que la seguridad de los procedimientos anestésicos ha mejorado muchísimo en los últimos años, gracias a los avances de la tecnología y la amplia capacitación que tenemos los anestesistas.

Cuanto más informado y tranquilo se encuentre con respecto a la intervención quirúrgica y la seguridad de la anestesia, probablemente más fácil resultará la experiencia.

Anestesia raquídea y epidural

Las anestesias raquídea y epidural son técnicas que insensibilizan partes del cuerpo para bloquear el dolor. Estos se aplican por medio de inyecciones en la columna vertebral o a su alrededor. La anestesia epidural o raquídea se aplica solo por anestesiólogos. Primero, se limpia la zona de la espalda donde se introducirá la aguja con una solución especial. La zona también se puede insensibilizar con un anestésico local.

Usted puede recibir líquidos a través de una vía intravenosa (IV, en una vena). También le pueden dar un medicamento a través de esta vía para ayudarlo a relajarse y dormir profundamente.

Para la anestesia epidural

El anestesiólogo inyecta el medicamento exactamente por fuera del saco de líquido alrededor de la médula espinal, denominado espacio epidural.

El medicamento insensibiliza o bloquea la sensibilidad en una cierta parte del cuerpo para que usted no sienta dolor. Empieza a hacer efecto en aproximadamente 10 a 20 minutos y funciona bien para procedimientos más largos. A las mujeres con frecuencia se les aplica anestesia epidural durante el parto.

Con frecuencia, se deja un catéter en la espalda. Usted puede recibir más medicamento a través del catéter para ayudar a controlar el dolor durante o después del procedimiento.

Para una anestesia raquídea (raquianestesia):

El anestesiólogo inyecta medicamento dentro del líquido en la médula espinal. Esto por lo regular se hace sólo una vez, de esta manera usted no necesitará que le pongan un catéter. El medicamento empieza a hacer efecto inmediatamente y funciona bien para procedimientos más cortos y más simples.

Durante el procedimiento, se revisarán el nivel de oxígeno en la sangre, el pulso y la presión arterial. Después del procedimiento, usted tendrá un vendaje donde le insertaron la aguja. Por qué se realiza el procedimiento

Las anestesias epidural y raquídea tienen menos efectos secundarios y riesgos que la anestesia general (dormido y sin dolor). Las personas por lo regular recuperan sus sentidos mucho más rápido. Algunas veces, ellos tienen que esperar a que el efecto de la anestesia desaparezca para que puedan caminar.

La anestesia raquídea con frecuencia se utiliza para procedimientos genitales, de las vías urinarias o de la parte inferior del cuerpo. La anestesia epidural con frecuencia se usa durante el período de dilatación y el parto, al igual que con la cirugía en la pelvis y las piernas.

Las anestesias epidural y raquídea con frecuencia se emplean cuando: el procedimiento o el período de dilatación es demasiado doloroso sin ningún analgésico. El procedimiento es en el abdomen, las piernas o los pies. El cuerpo puede permanecer en una posición cómoda durante el procedimiento. Usted quiere menos efectos secundarios sistémicos y una recuperación más corta de la que tendría con anestesia general.

Riesgos

Las anestesias epidural y raquídea generalmente son seguras. Pregúntele al anestesiólogo acerca de estas complicaciones:

Reacción alérgica a la anestesia empleada, sangrado alrededor de la columna vertebral (hematoma), dificultad para orinar, caída en la presión arterial, infección en la columna vertebral (meningitis o absceso), daño neurológico, convulsiones (esto es raro), dolor de cabeza fuerte.

● Antes del procedimiento
Coméntele a su anestesiólogo:
Si está o podría estar embarazada. Qué fármacos está tomando, incluso medicamentos, suplementos o hierbas que haya comprado sin una receta.

● Durante los días antes del procedimiento
Coméntele al anestesiólogo acerca de cualquier alergia o problemas de salud que tenga, qué medicamentos está tomando y qué tipo de anestesia o sedación ha recibido antes.
Si el procedimiento es programado, le pueden solicitar que deje de tomar, warfarina (Sintrom) y otros medicamentos anticoagulantes.
Pregúntele al anestesiólogo qué fármacos debe tomar aun el día de la cirugía.
Haga los arreglos para que un adulto responsable lo transporte hasta y desde el hospital.
Si fuma, trate de dejar el hábito.

● En el día de la intervención
Siga las instrucciones sobre cuándo dejar de beber y comer.
No tome alcohol la noche anterior y en el día del procedimiento.
Tome los fármacos que el anestesiólogo, cirujano o su médico de cabecera le recomendó con un pequeño sorbo de agua.
Siga las instrucciones sobre a qué hora debe llegar al hospital. Asegúrese de llegar a tiempo.

● Después del procedimiento
Después de una anestesia epidural, se retirará el catéter de la espalda. Usted permanecerá en la cama hasta que tenga sensibilidad en las piernas y pueda caminar. Puede sentir náuseas y también mareos y cansancio.
Después de la anestesia raquídea, usted permanecerá acostado en la cama durante unas horas. Esto evitará que le dé dolor de cabeza. Puede sentir náuseas y también mareos y cansancio.

● Expectativas (pronóstico)
La mayoría de las personas no sienten dolor durante las anestesias epidural y raquídea y se recuperan por completo.

¿Qué ocurre después de operarse? ¿Quién y por qué cuidan de usted?

Después de la intervención quirúrgica su cuerpo debe adaptarse a una nueva situación resultado de los cambios en su cuerpo, por ejemplo si le han cambiado una válvula a su corazón. También como resultado de la propia agresión que supone el acto quirúrgico, ya que se cortan tejidos, se pierde sangre, etc. Todo ello sobre un organismo que puede tener enfermedades previas.Estos cambios pueden producir un desajuste en su organismo que debe reajustarse.

Durante la cirugía, el anestesiólogo compensa esos desajuste y garantiza que sus órganos funcionen con normalidad. Entre otras formas de hacerlo, en parte durmiéndolo y quitándole el dolor, pero también controlando sus constantes vitales, su corazón, pulmones, riñón, etc., con fármacos y drogas que le permiten tener, literalmente su vida en sus manos.

Este trabajo debe ser continuado después de operarse. A veces solo precisa ser vigilado mientras los efectos de la anestesia desaparece. Otras veces, por la causa que motivó la cirugía, los problemas surgidos durante la misma, las enfermedades de base del paciente, el tipo de intervención o una combinación de todos ellos el paciente precisa un nivel de vigilancia, cuidados y tratamientos postquirúrgicos superiores.

En la URP, que es una Unidad de Cuidados Críticos Postquirúrgica, los pacientes siguen recibiendo la atención de un equipo de casi 100 profesionales liderados por anestesiólogos. Somos los especialistas que conocemos las peculiaridades de la cirugía, al paciente desde antes incluso de la cirugía en la consulta de preanestesia y que hemos empezado su vigilancia, control y reanimación desde quirófano. Esta idea de medicina perioperatoria se prolonga en la URP, donde el paciente permanece cuando no puede subir a la planta de hospitalización por no estar en las condiciones adecuadas.

Nuestro trabajo con estos pacientes que a veces están en estado crítico, consiste en ayudar a sus órganos a mantener su función mientras el organismo termina de reajustarse y si es necesario se administran antibióticos si la causa es una infección. Después vamos retirando nuestra ayuda conforme el paciente mejora, señal de que su cuerpo es capaz de hacer el trabajo que hacía antes y, cuando ya no precisa de más cuidados especiales, se va a la planta a seguir su recuperación.

Este plan, a veces puede llevar días e incluso semanas. Mientras vigilamos que no aparezcan nuevas complicaciones: nuevas infecciones, problemas de riñón, de corazón, pulmón, etc., ya que se trata de pacientes muy débiles.

Es una labor dura que requiere mucha constancia, vigilancia, rigor y vocación ya que en ocasiones todo el trabajo resulta fútil pero en otras, se consigue devolver a una persona con su familia y recuperar su vida. Sin duda esto último compensa nuestro trabajo y es nuestra meta última. Cuando desgraciadamente no podemos lograrlo porque la naturaleza humana tiene un límite, y la ciencia no lo puede todo, estamos junto a la familia y los pacientes en el difícil trance que supone despedirse de un ser querido. Actualmente, la unidad cuenta con todos los medios técnicos y tecnológicos que describen las guías internacionales de la especialidad. Sus profesionales, principal y más importantes activos, tiene un muy elevado grado de especialización y trabajan muy duro para proporcionar unos cuidados modernos y de calidad orientados al bienestar de los pacientes y su familia. Intentamos mantener una comunicación fluida y lo más directa posible gracias a la existencia de un enfermero de información y unos periodos establecidos para ello con el médico responsable. Cuando en ocasiones esto no es posible, sin duda se debe a que toda nuestra atención está con los pacientes en ese momento. Creemos que la comunicación fluida y el entendimiento entre todos siempre nos llevará a mejorar y crecer.

Cómo acceder a la Unidad del dolor

Es una Unidad altamente especializada para el tratamiento del dolor intenso. Se accede a través de la derivación de un especialista hospitalario o desde Atención Primaria cuando se cumplen los criterios de derivación del Plan de Coordinación.

– Dolores de cabeza por punción lumbar tras una raquianestesia.

Descripción general

Los dolores de cabeza por punción lumbar ocurren en hasta un 40% de las personas que se someten a una punción en la columna vertebral (punción espinal) o a una anestesia intradural.La mayoría de los dolores de cabeza por punción lumbar —también denominados «dolores de cabeza post-punción espinal»— se resuelven solos sin ningún tratamiento. Sin embargo, es posible que los dolores de cabeza por punción lumbar intensos que duran más de 24 horas o más necesiten tratamiento.

Síntomas

Dolor sordo y pulsátil cuya intensidad varía de leve a incapacitante. El dolor, por lo general, empeora cuando te sientas o te pones de pie y disminuye o desaparece al acostarse. Suelen ir acompañados de lo siguiente: Mareos, Zumbido de oídos, (tinnitus), Sensibilidad a la luz (fotofobia), Náuseas, Rigidez de cuello.

Cuándo consultar al médico

Dile a tu médico si presentas dolor de cabeza después de una punción lumbar o de una anestesia intradural, en especial, si el dolor de cabeza empeora cuando te sientas o te levantas.

Causas

Los dolores de cabeza por punción lumbar son provocados por la pérdida de líquido cefalorraquídeo a través del orificio de punción en la membrana dura (duramadre) que rodea la médula espinal.

A veces, la anestesia epidural también puede provocar un dolor de cabeza por punción lumbar. Si bien la anestesia epidural se inyecta justo por fuera de la membrana que rodea la médula espinal, es posible que se produzca un dolor de cabeza por punción lumbar si se punza la membrana de manera involuntaria.

Los factores de riesgo de dolores de cabeza por punción lumbar comprenden: Tener entre 18 y 30 años de edad, Ser de sexo femenino, Someterse a procedimientos donde se utilizan agujas más grandes o varias punciones en la membrana que rodea la médula espinal.

Enlaces de interés

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